“Me dijo que iba con la peña de clase…pero, ¿y si ha quedado con alguien? Últimamente tiene muchos likes y gente siguiendo…, voy a pedirle pruebas de dónde está.”

El control, nace de nuestra propia desconfianza e inseguridad. ¿Pero, por qué solo nos tranquilizamos cuando tenemos pruebas de que está dónde nos dijo? Impulsivamente, nos vamos poniendo en un estado de mayor nerviosismo, y todavía puede ser peor si nos asaltan las dudas sobre una infidelidad.

Y así, poco a poco, la relación que hemos iniciado ya no nos hace feliz a ninguno de los dos.

El control genera sufrimiento a ambas partes

Tanto quien desconfía como quien está bajo el control y vigilancia sufren por la actitud de la otra persona. Es más, por ser pareja, no se ha de saber todo de la vida de la otra persona. Hay que tener claro que cada parte de la pareja debe tener su espacio personal e íntimo en el que la otra parte no tiene por qué intervenir. Es algo que entendemos, pero que en ocasiones no practicamos.

Por ello, uno de los principales problemas es no reconocer que el control de la pareja es un comportamiento tóxico y violento, porque muchas de estas conductas no son percibidas así.

El control, la forma más frecuente de violencia entre adolescentes

El control a la pareja, según la OMS es la forma más frecuente de violencia entre jóvenes y sin darnos cuenta puede que hayamos caído en ello.

Y ante esta situación, mejor parar y entender algunas cosas que ocurren en las parejas.

¿Quién tiene el “control” en tu relación de pareja? Las relaciones de pareja atraviesan momentos de equilibrio y de desbalance. A veces parece que uno tiene el control sobre el otro, pero eso no es lo ideal. Una relación necesita una armonía que debe encontrarse entre ambos.

Empecemos por una reflexión propia: si no me siento suficiente en esta relación o si tengo problemas de autoestima.

Cuando un miembro de la pareja presenta una baja autoestima, podría desarrollar inseguridad y necesidad de controlar al otro. Lo hace porque tiene miedo de perder a la persona que ama. A que la traicione porque piensa, que a la mínima va a ser abandonado. La inseguridad genera desconfianza, y la desconfianza ansias de control.

Continuemos con la reflexión sobre si hay buena comunicación en la pareja: si hay respeto y admiración.

Una pareja no es un campo de batalla. Es un palacio de felicidad que construir entre dos, donde ambos tengan el control.

Tú tienes control sobre tu propia vida que te permite trabajar por tus sueños y por estar feliz con esa persona de la cual te enamoraste.

Pero, si solo tienes agobios en tu vida y no ves proyecto de futuro alguno, nunca olvides que también tienes control para alejarte. Para dejar ir y abrir nuevos caminos en tu ciclo vital y emocional.