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PROYECTOS URBANOS
CENTRO SOCIAL DE LA PLAZA POLO DE BERNABÉ
HISTORIA
A petición de la Delegación de Bienestar Social y Solidaridad se encarga al Servicio de Proyectos Urbanos la redacción del Proyecto de Remodelación de los cuatro quioscos de venta de flores, ubicados en el centro de la Plaza Polo de Bernabé, para su adaptación para Centro de información a la mujer, en base al anteproyecto redactado por los Servicios Sociales, Sección de Inserción Social y Laboral.
Este edificio, que contiene los cuatro quioscos de venta de flores, fue proyectado de acuerdo a este uso por el Servicio de Proyectos Urbanos y construido en el año 1995, sobre el parking subterráneo existente en dicha Plaza.
Estos puestos de venta de flores surgieron del proyecto de urbanización redactado por el Servicio de Proyectos Urbanos con motivo de la demolición del mercado de Armando Palacio Valdés, que fue un edificio que en sus treinta años cumplió con su función comercial de servicio del área urbana, decayendo tanto su actividad por los nuevos hábitos de consumo, que llegó a tener que cerrarse. Por ese motivo se planteó, por el Servicio de Transportes y Circulación, la ejecución de un aparcamiento subterráneo para residentes en régimen de concesión y se encargó a este Servicio el diseño de la plaza resultante, que se planteó como una referencia implícita a los toponímicos del entorno con los siguientes argumentos:
La primera, fue una referencia a la calle que dio su nombre al mercado: Armando Palacio Valdés.
Recordando que su relación con Valencia fue una de sus novelas, quizá la primera de proyección internacional, La alegría del capitán Ribot, nos interesó y nos sorprendió el gran conocimiento que muestra tener Don Armando sobre esta Ciudad y sus costumbres. De todas ellas la flor, su uso y consumo, el Mercado de las flores instalado, en su época, en el centro de la actual Avenida de María Cristina.
De aquí salió el tema: Las flores, que coincidió con la intención de Alcaldía de instalar unos quioscos de flores.
Encontramos una composición que partiendo de un módulo en el que se significa el proceso de crecimiento vegetal, la espiral se repetiría tantas veces como nos permitieran las dimensiones de la plaza. Esta yuxtaposición del módulo no iba a formar una trama completa, no era necesario. Nuestra intención era que el viandante no fuera consciente de la totalidad de la trama y apenas pudiera percibir los ritmos que la atraviesan, ni tampoco pudiera encontrar con facilidad la ley compositiva, entre otras cosas porque ninguna falta le hace.
La segunda fue que, al derribar el mercado, encontramos el rótulo de la plaza, dedicada a Polo Bernabé, que resultó ser el primer importador para España de la naranja mandarina.
Con estas referencias se planteó el diseño de la plaza con unos quioscos de flor, unos maceteros para los mandarinos, puesto que estamos trabajando la superficie de un aparcamiento, y una ordenación de circulaciones y recorridos absolutamente subordinada a los discapacitados.
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