Ante todas las cuestiones planteadas se tuvieron en cuenta las siguientes consideraciones previas:
Se trata pues de que la plaza pueda ser entendida como intrínsecamente relacionada con la Iglesia, el monumento que es su razón de ser, permitiendo asimismo que el hecho singular del monumento fallero pueda coexistir y desarrollarse como tal en el espacio.
La solución propuesta se articula mediante una geometría base partiendo de la fachada principal de la Iglesia como eje dominante del ámbito, enfatizando la traza de la calle anteriormente existente paralela a dicha fachada. Apoyándose en dicho trazado se plantean unas bandas perpendiculares a la misma que permiten definir, los diferentes espacios resultantes que evidencian los diferentes usos de la plaza:
La delimitación de este espacio se marca a través de un recorrido diagonal tanto peatonal como visual que se refuerza con la colocación de mobiliario urbano (farolas a modo de báculos como elementos puntuales y bancos siempre dispuestos de modo paralelo a la fachada del monumento), enmarcando la visualización y el recorrido peatonal hacia la portada de la Iglesia y su torre, que con su volumetría a modo de hito es el punto de referencia del espacio.
Asimismo la ordenación pretende acotar y delimitar el ingreso a la plaza por la calle Horno del Hospital mediante doble arbolado de modo que marque la alineación de dicha calle.
Todos los espacios anteriormente referidos se diferencian y se acotan además por el tipo y textura de los materiales utilizados.
Utilizándose como materiales principales:
En el diseño del espacio público se han eliminado las luminarias sobre la pared en la Iglesia y se han sustituido por columnas, marcando la direccionalidad hacia la fachada principal del templo, manteniéndose únicamente la iluminación en la fachada del edificio de nueva planta de la Plaza del Pilar 1, para conseguir una iluminación homogénea del espacio.
Además en las zonas de estancia se disponen bancos de piedra natural (2 x 0,5 m), formados por lámina superior de piedra natural de caliza tipo Ulldecona o similar apomazada de 10 centímetros de espesor y apoyos laminares de acero, empotrados en el pavimento.
Por referenciar el barrio de Velluters donde se ubica la plaza, por la sombra que generan y debido a su condición de árbol de hoja caduca, se propone que el arbolado sea Morera Morus Alba, en su variedad Fruitless (sin frutos).
Una posible alternativa sería mantener esta especie en el ingreso de la iglesia y sustituir los otros tres ejemplares por cipreses, Cupressus Sempervirens.