El descubrimiento y la exploración de las relaciones de pareja suponen un gran aprendizaje emocional y social. Sin embargo, muchas veces la comunicación dentro de estas relaciones es un desafío. Aparecen miedos, inseguridades y, a veces, la idea equivocada de que expresar un desacuerdo significa rechazar al otro. Por ello se ha popularizado el concepto de ‘Escuchamos pero no juzgamos’, una frase que invita a escuchar a la pareja con apertura y sin críticas inmediatas.
Pero, ¿qué significa realmente escuchar sin juzgar?
Escuchar sin juzgar implica permitir que se compartan perspectivas, emociones o experiencias sin interrupción, sin etiquetar sus sentimientos como ‘buenos’ o ‘malos’ y sin caer en la crítica o la descalificación. Esto no quiere decir que tengamos la obligación de estar de acuerdo ni de aceptar conductas que nos generan malestar o dudas.
En una relación, pueden aparecer discrepancias sobre temas como la confianza, los celos, la privacidad o la forma en que cada una de las partes entiende el compromiso. Es normal que, al escuchar ciertas confesiones o experiencias, surjan dudas, incomodidades o desacuerdos. El reto está en transformar esos momentos en espacios de comunicación respetuosa y de resolución de conflictos, en lugar de en discusiones cargadas de juicios o reproches.
Cuando vemos vídeos o escuchamos conversaciones bajo el lema ‘Escuchamos pero no juzgamos’, debemos tener en cuenta que algunos temas que surgen pueden mostrar concepciones de la relación que normalizan dinámicas de control, celos o desconfianza. Es importante saber distinguir cuándo estamos ante una diferencia de opiniones y cuándo se manifiestan actitudes que pueden ser sutiles señales de violencia psicológica.
Si quieres que la experiencia de escuchar y no juzgar sea positiva para tu relación:
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- Permite que tu pareja exprese lo que siente o piensa sin interrumpir ni preparar mentalmente una respuesta defensiva.
- Valida sus emociones, no es necesario que compartas su visión, pero sí puedes reconocer lo que siente. Exprésate desde el respeto, y si algo de lo que escuchas te incomoda, compártelo de forma asertiva, desde lo que sientes al escucharle.
- No juzgar no significa aceptar todo. Si algo cruza tus límites o valores, es importante expresarlo y poner en práctica un diálogo que permita definir límites saludables. Las discrepancias pueden resolverse con acuerdos que respeten las necesidades de ambas personas construyendo acuerdos.
- Presta atención a las señales de alarma: actitudes de control, manipulación, celos excesivos o violencia, es fundamental no normalizarlas. Busca orientación profesional si es necesario.
Escuchar sin juzgar es el primer paso para construir relaciones basadas en el respeto y la confianza y donde podemos aprender a resolver discrepancias de manera sana.