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El concejal de Agricultura impulsa la recuperación de variedades tradicionales de la huerta con un programa de charlas en las pedanías

• Momento de la visita al Banco de Germoplasma de la Universitat Politècnica

16/09/2025

  • Gosálbez ha visitado el Banco de Germoplasma de la Universitat Politècnica de València (UPV) que alberga más de 13.500 variedades de especies cultivadas y silvestres

El concejal de Agricultura y presidente del Consell Agrari, José Gosálbez, ha visitado el Banco de Germoplasma de la Universitat Politècnica de València (UPV) que alberga más de 13.500 variedades de especies cultivadas y silvestres y ha anunciado que “no basta con conservar semillas en bancos de semillas como este, hay que enseñar a cultivarlas y a cuidarlas. Por eso vamos a programar charlas informativas en las pedanías, acercando este conocimiento a quienes día a día trabajan la tierra, a quienes nos dan de comer, y hacen posible que nuestra huerta siga viva”.

Gosálbez ha explicado que “recuperar y conservar nuestras variedades tradicionales es proteger la historia y tradición agrícola de Valencia”. “Este banco de germoplasma, este banco de semillas, es un tesoro que garantiza el futuro de lo nuestro, y ofrece oportunidades para recuperar variedades autóctonas desaparecidas para nuestros agricultores”, ha afirmado al hacer mención a “las 3.700 accesiones de tomate, lo que convierten a este centro en el segundo banco del mundo en diversidad de clases de tomate, solo por detrás de California”.

Las semillas se conservan en condiciones de baja temperatura y humedad controlada, lo que asegura su longevidad a largo plazo. Además, para evitar pérdidas por siniestros como incendios, las colecciones están duplicadas en otros bancos de germoplasma.

Desde la Concejalía de Agricultura y el Consell Agrari de Valencia, y con la Asociación de la Tomata Valenciana, se dará difusión y conocimiento científico a la recuperación de variedades tradicionales que junto con la aplicación de las nuevas técnicas, permiten obtener cultivos más resistentes frente a los cambios de temperatura, plagas y enfermedades, mejorando así la rentabilidad para los agricultores, lo que en palabras de Gosálbez, “es el objetivo último de cualquier actividad económica o laboral: que sea rentable”.