Ruta sur - 07. Chimenea. Coromina Industrial S.A. - València
RUTA SUR - 07. Chimenea. Coromina Industrial S.A.
Peregrin Valls Beles se dedicaba a la construcción y reparación de aparatos destinados a la destilación de alcoholes por lo que estaba estrechamente relacionado con la industria vinícola. En diciembre de 1917 presenta una patente de invención “Un procedimiento para la fabricación y disolución de ácido tartárico con agua exento de ácido sulfúrico para emplearlo en la vinificación con el fin de corregir la acidez de los mostos”.
Previamente, en enero de 1912 el maestro de obras por la academia de Madrid, Juan Bautista Gosálvez, presenta un proyecto de dos naves para Valls Beles en una superficie casi rectangular de 932 m2, cuyas fachadas recayentes a la calle Méndez Núñez reflejan unas cubiertas a dos aguas que apoyarían en una fila de pilares centrales, además de en los muros laterales. En julio del mismo año, su hijo Víctor Gosálvez, proyecta otras dos naves, junto a las anteriores, de 889,40 m2. En la misma línea de diseño y composición de las proyectadas por su padre y siguiendo la línea de pendiente de las cubiertas, aparecen unos huecos de ventanas que terminan en punta para iluminar las naves. Las cerchas que soportan las naves serán metálicas como las anteriormente concebidas.
Esta industria, muy rudimentaria y dirigida por el hijo de Peregrin, Rafael Valls Castelló, y sus instalaciones fueron adquiridas en enero de 1936 por Luis Coromina Martorell, que en 1908 fundó La Industria Carbónica en Sociedad en Comandita. Esta sociedad se uniría posteriormente, en 1911, con La Hispano Suiza, una sociedad proveniente de otra anterior denominada La Suizo Española que fue fundada en 1897 y disuelta en 1904. En 1927 la empresa de Coromina de anhídrido sulfuroso para la enología ya estaba instalada en Valencia en el Camino Viejo del Grao 108, junto a las vías del tren de la línea Valencia‐ Tarragona, y su expansión por el resto del territorio español era notable. La empresa pasa a ser sociedad anónima en 1930 tomando el nombre de Coromina Industrial, S. A., y tiene por objeto la elaboración y venta de anhídridos carbónico y sulfuroso, maquinaria y aparatos en general, y en especial para la fabricación de bebidas gaseosas y cervezas.
La primera actuación a nombre de la empresa que se registra en Valencia data también de enero de 1936. Se trata de un pequeño edificio de planta cuadrada de 147 m2 en dos alturas proyectado por el arquitecto José Pedrós Ortiz, que estará finalizado en julio de ese mismo año. La cubierta del edificio descansa sobre un entramado de cerchas metálicas. Sobresale un cuerpo central que permite una buena iluminación cenital.
COROMINA INDUSTRIAL, S.A.
Peregrin Valls Beles built and repaired machinery for the distillation of alcoholic drinks and had close ties with the wine industry as a result. In December 1917 he applied for a patent for an invention: “A procedure to manufacture and dissolve tartaric acid in water without sulfuric acid to be used in the fermentation process with the aim of correcting the acidity of grape juices.”
Previously, in January 1912, the master builder and Madrid academy graduate, Juan Bautista Gosálvez, submitted a design proposal for two warehouses for Valls Beles. The buildings had an almost rectangular surface area of 932 m2 and its facades on Calle Méndez Núñez conformed to the shape of the gable roofs which were supported by a row of central pillars as well as by the side walls. In July of the same year, the architect’s son, Víctor Gosálvez, designed another two warehouses, next to the previous ones, with an area of 889.40 m2. Víctor’s designs had a similar style and composition to his father’s and included some pointed window openings, which followed the slope of the roof, to allow natural light into the buildings. The trusses which supported the structure were metal, like those in the designs for the earlier buildings.
This business—which was highly rudimentary and managed by Peregrin’s son, Rafael Valls Castelló—and its premises were purchased in January 1936 by Luis Coromina Martorell who, in 1908, founded La Industria Carbónica in Comandita. This association would later unite, in 1911, with La Hispano Suiza, a society which had emerged from another previous organization called La Suizo Española which was founded in 1897 and dissolved in 1904. In 1927 Coromina’s company, which made sulfur dioxide for winemaking, was already installed in Valencia at Camino Viejo del Grao 108, next to the tracks of the Valencia‐Tarragona train line. The company’s subsequent expansion across Spain was remarkable. In 1930 the business became a limited company, taking the name Coromina Industrial, S. A., dedicated to the manufacture and sale of carbon and sulfur dioxide, machinery and equipment both in general and specifically for the manufacture of carbonated drinks and beers.
The first construction project recorded in Valencia in the name of Coromina Industrial, S. A. also dates to January 1936. It was a small square building of 147 m2 with two stories, designed by the architect José Pedrós Ortiz, which was completed in July of the same year. The roof of the building rested on a framework of metal trusses. A central section of the roof rose above the rest to allow more natural light to enter the building from above.