Las recientes inundaciones ocasionadas por la DANA en València han puesto de manifiesto la urgente necesidad de un plan de formación ciudadana que capacite a la población para actuar eficazmente ante situaciones de emergencia. El aumento en la frecuencia e intensidad de los fenómenos climáticos extremos como consecuencia del cambio climático, exige no solo adaptaciones en la infraestructura urbana, sino también un cambio cultural profundo que involucre a las personas en la prevención y respuesta ante estos eventos.

Como ciudad costera con numerosos barrios y pedanías vulnerables al riesgo hídrico, València requiere una estrategia pedagógica integral que permita a la población identificar los riesgos específicos de su entorno y adoptar medidas de autoprotección antes, durante y después de un evento adverso. Inspirándose en experiencias exitosas de otros países europeos, como el programa “Io Non Rischio” de Italia, el PAPI en Francia y los esquemas de resiliencia comunitaria en el Reino Unido, este plan buscará adaptar dichas metodologías al contexto local valenciano.

La necesidad de transformar la conciencia ciudadana en acción concreta ante los riesgos es evidente. Eventos recientes, como la DANA del otoño pasado, han demostrado que una población preparada puede reducir significativamente su vulnerabilidad y mejorar su capacidad de respuesta. Por ello, la formación orientada a la prevención y preparación ciudadana debe integrarse de manera efectiva en todo el territorio, convirtiéndose en un eje fundamental dentro de las políticas locales de gestión de riesgos. Este enfoque no solo fortalecerá la capacidad de adaptación de la ciudad, sino que también contribuirá a un entorno más seguro y resiliente para toda la población.