Los ODS brindan un marco a largo plazo y no partidista para una visión más sostenible del desarrollo urbano, que proporcione igualdad de oportunidades a todos los habitantes, promueva entornos de vida saludables con acceso a espacios verdes y sea resistente frente a los desastres cotidianos y riesgos climáticos.
El consumo y la producción mundiales (fuerzas impulsoras de la economía mundial) dependen del uso del medio ambiente natural y de los recursos de una manera que continúa teniendo efectos destructivos sobre el planeta.
El progreso económico y social conseguido durante el último siglo ha estado acompañado de una degradación medioambiental que está poniendo en peligro los mismos sistemas de los que depende nuestro desarrollo futuro (y ciertamente, nuestra supervivencia).
Estos son algunos hechos y cifras:
La pandemia de la COVID-19 ofrece a los países la oportunidad de elaborar planes de recuperación que reviertan las tendencias actuales y cambien nuestros patrones de consumo y producción hacia un futuro más sostenible.
El consumo y la producción sostenibles consisten en hacer más y mejor con menos. También se trata de desvincular el crecimiento económico de la degradación medioambiental, aumentar la eficiencia de recursos y promover estilos de vida sostenibles.
El consumo y la producción sostenibles también pueden contribuir de manera sustancial a la mitigación de la pobreza y a la transición hacia economías verdes y con bajas emisiones de carbono.
València, a través de su Servicio de Ciudad Inteligente, está trabajando para mejorar la calidad de vida en entornos urbanos, siguiendo la hoja de ruta de los ODS para un desarrollo urbano más equilibrado y equitativo.