El pasado sábado 8 de febrero tuvo lugar el paseo diurno que sirvió de adelanto al Taller de Barrio Construido, donde participaron personas del barrio a título individual y miembros de asociaciones (como el AMPA Max Aub y la AVV Zaidía-Morvedre). El objetivo del paseo fue debatir a pie de calle, en el marco de un recorrido preestablecido, el uso y disfrute que se hace del espacio público del barrio, analizando sus carencias y potencialidades desde perspectiva no sólo crítica sino también propositiva, planteando posibles soluciones para mejorar la calidad de vida en el barrio.
A lo largo de este recorrido, que comenzó en la Plaza de Santa Mónica y discurrió por la calle Sagunto, el entorno del Mercado Sant Pere Nolasc, plaza de Nino Bravo, calle Orihuela y calle Ruaya, las personas asistentes debatieron sobre las condiciones actuales del espacio público del barrio. Por un lado, se cuestionaron qué condiciones debe reunir una plaza para favorecer realmente el disfrute y el encuentro vecinal (calidad ambiental, accesibilidad, centralidad, …); y por otro, se señalaron conflictos que condicionan el uso cotidiano de los espacios: por ejemplo, el dimensionado inadecuado de aceras, su falta de accesibilidad en algunos tramos y su imposibilidad de un uso inclusivo por todas las personas, así como la existencia de barreras físicas (disfunciones urbanísticas, muros o vallados), y no físicas en algunos puntos (determinadas por factores ambientales, falta de vitalidad, degradación de la imagen urbana, etc.).
También se debatió sobre el desequilibrio entre la proporción del espacio público ocupado por coches y por viandantes, y las consecuencias derivadas de la presencia excesiva del coche, analizando la viabilidad de las opciones posibles para compensar y/o revertir esta situación. Por otro lado, se detectó la necesidad de introducir nuevos pasos de peatones para facilitar el tránsito peatonal y la seguridad vial, o redefinir la disposición del mobiliario urbano para favorecer el descanso y el disfrute.
Se valoraron positivamente cambios recientes como la apertura de la calle Ruaya y el Jardín de Morvedre, y se hizo hincapié en el potencial de los solares como espacios para albergar usos públicos temporales (esparcimiento, deportivo, etc.) y actividades comunitarias. Este uso alternativo permitiría compensar la gran carencia de espacio público y de relación que el barrio padece.
Todos estos aspectos y muchos más se seguirán trabajando en el Taller de Barrio Construido que se celebrará el próximo 20 de febrero ¡os esperamos!