A partir del informe sobre la Historia de la plaza del Ayuntamiento elaborado por el Servicio de Patrimonio Histórico y Artístico del Ayuntamiento de València se ha diseñado este folleto.

Informe arqueológico del ámbito de la actual plaza del Ayuntamiento de València.
La actual plaza del Ayuntamiento de València es el resultado de un plan de reforma urbana iniciado a finales del s. XIX que toma su forma definitiva en el año 1933. Para llevar a cabo este plan hubo que demoler el antiguo convento de San Francisco (1891), el Barrio de Pescadores (1907), los edificios de la Plaza de Castelar y de la Bajada de San Francisco (1929-1931). Se alinearon las fachadas, se allanaron las cuestas, se niveló el terreno, desapareciendo de la topografía urbana espacios tan emblemáticos como la Bajada de San Francisco y la Plaza de Cajeros.
De todas estas reformas y de los edificios que poblaban sus calles y plazas se conservan restos en el subsuelo de la actual plaza del Ayuntamiento, y la importancia de estos vestigios justificó su inclusión dentro Área de Vigilancia Arqueológica (AVA) de Ciutat Vella.
Las fases que podemos diferenciar en la progresiva transformación del este espacio histórico hasta llegar a su configuración actual, de la que se conserva algún tipo de vestigio, son las siguientes.
El Convento y la Placita de San Francisco. De 1239 a 1835.
Ocupando la a mitad meridional de la actual plaza, en el espacio situado entre el Ayuntamiento, el edificio de Correos, el edificio de Telefónica y la línea marcada por las calles de la Sangre y Barcas, estuvo en pie hasta su demolición en 1891 el antiguo convento de San Francisco, uno de los principales conventos de la ciudad, construido durante el reinado de Jaime I, sobre unos terrenos que éste había concedido a los Padres Franciscanos en 1239 extramuros de la ciudad, cerca de la Puerta de la Botella. A partir de 1356, con la construcción de la nueva muralla, el convento quedó intramuros de la ciudad.

En los planos de A. Mancelli (1608) y del Padre Tosca (1704) aparece representado el convento como un gran conjunto monumental en el que se identifican dos grandes claustros góticos de doble piso cada uno y una gran iglesia conventual de una sola nave y capillas entre contrafuertes, con ábside poligonal. Una potente torre campanario estaba situada junto a la capilla de Nuestra Señora de los Ángeles. En la parte posterior del convento estaban los huertos y el cementerio. La iglesia fue renovada en 1675 en estilo barroco. Junto a la iglesia había un amplio jardín concluso que antecedía la entrada al convento. Entre este jardín y la Bajada de San Francisco quedaba un espacio triangular conocido desde 1423 como “Plaça de Sant Francesc”.
Con la Desamortización y la Exclaustración de 1835 los monjes franciscanos abandonaron el convento, pasando el edificio a propiedad del estado. El último plano conocido del convento con anterioridad a esta fecha es el de D. Francisco Ferrer del año 1831 y en éste se aprecia ya la desaparición del jardín situado frente a la entrada del convento y la ampliación de la Plaza de San Francisco.
En el entorno del convento discurría la Acequia de Rovella y próximo a éste, por la Bajada de San Francisco, pasaba el “Braç del Vall Vell”, uno de los ramales de la acequia. Esta histórica acequia y el brazo mencionado, utilizados en su momento y todavía en la actualidad como elementos del alcantarillado de la ciudad, han sido declarados recientemente como Bien de Relevancia Local (B.R.L.), por lo que se deberán adoptar las cautelas necesarias para garantizar su protección.
El Cuartel de Caballería de los Lanceros de Numancia y la Nueva Estación de Ferrocarril. De 1835 a 1891.
En el año 1835 el estado pasó a ser en nuevo propietario del convento y el edificio ocupado por el Cuartel de Caballería de los Lanceros de Numancia. En los planos geométricos de Valencia posteriores a 1852 se advierten importantes reformas en el convento, especialmente evidentes en el caso del claustro, que ahora pasa a ser único.
En 1840 la antigua plaza de San Francisco cambia su nombre por la de General Espartero, y, de nuevo, en 1843 vuelve a cambiar de nombre por el de Isabel II.
En la parte posterior del convento, en el espacio ocupado por los huertos, y con acceso desde la calle del Sagrario de San Francisco, los ingenieros James Beatty y Domingo Cardenal construyeron en 1852 la primera Estación ferroviaria de Valencia, en uso hasta el año 1917. Era un edificio de estilo neoclásico que fue demolido en el año 1920 cuando se trasladó la estación a la actual en la calle Játiva. Parte del vallado de la estación así como del propio edificio neoclásico discurrían por los carriles del vial situado frente al edificio de Correos, continuación de la calle Periodista Azzati.
A mediados del s. XIX el antiguo Ayuntamiento, conocido como la Casa de la Ciudad, situado junto al Palau de la Generalitat fue destruido por un gran incendio, trasladándose provisionalmente, en el año 1854, a la Casa de Enseñanza, edificio construido en el s. XVII para colegio de niñas por el Arzobispo Mayoral.
En 1868 pasó a denominarse Plaza de la Libertad y años después, en 1874, recupera el nombre de plaza de San Francisco.
Demolición del Antiguo Convento, nacimiento de la Plaza de San Francisco y construcción del Nuevo Ayuntamiento. De 1892-1927.
La intención de crear un nuevo centro urbano en torno al futuro ayuntamiento supuso, en el año 1891, la demolición del antiguo convento de San Francisco. Queda constancia de ello en, al menos, dos fotografías de autor anónimo. Un portal y algunas piezas más fueron adquiridos por José Benlliure, en cuyo museo se conservan en la actualidad.
En el Plano Geométrico de Valencia del año 1892, de autor anónimo, ya no parece el monasterio. En su lugar aparece un gran espacio vacío, en el que se diseñó el Parque de San Francisco, un amplio espacio en el que tenían cabida la feria de Navidad, los teatros ambulantes, los espectáculos circenses, y más tarde, las casetas de ventas de flores. Este amplio espacio, a partir de 1899 pasó a denominarse Parque de Castelar. En poco tiempo se colocaron las esculturas del pintor Ribera (1903), trasladada desde el entorno del Palacio del Temple donde se encontraba desde 1888, y años más tarde, se colocó en el centro de la plaza la fuente con la escultura dedicada al Marqués de Campo (1905), que formaba parte de un grupo escultórico que se completó definitivamente en el año 1911. Ambas esculturas eran obra de Mariano Benlliure. La del pintor Ribera fue retirada en 1931 y vuelta a colocar en la plaza de Teodoro Llorente y el grupo escultórico del Marqués de Campo se retiró en 1933 y fue trasladado a la Gran Via Marqués del Turia con Plaza Canovas.
La construcción del nuevo edificio del Ayuntamiento comenzó en 1904 integrando en la nueva obra la antigua Casa de Enseñanza. Con el nuevo proyecto se empezó a gestar la construcción de una gran plaza acorde al nuevo centro urbano.
A finales del s. XIX las calles se pavimentaron con adoquines y junto a ellos convivían los railes de los tranvías que en poco tiempo cambiaron el aspecto de la ciudad.
Una de las primeras actuaciones urbanísticas que se realizaron en el entorno de la nueva plaza fue la demolición en 1907 del Barrio de Pescadores, localizado entre la actual plaza del ayuntamiento, y las c/ Lauria, Pascual y Genís y Barcas. Se encargó de ello y de la nueva urbanización el arquitecto Rafael Alfaro.
La demolición del Barrio de Pescadores generó la reorganización y de un amplio espacio urbano con dos manzanas y una nueva alineación que permitió ampliar sustancialmente la plaza por su parte este, quedando las antiguas casas con fachada a la calle del Sagrario de San Francisco enterradas bajo la nueva plaza de Emilio Castelar. En la manzana situada al norte se construyeron entre los años 1909 y 1910 la Casa de Noguera y la Casa Suay Bonora, ambas del arquitecto Francisco Mora Berenguer. Pocos años después, en 1912-1913 se construyó la Casa Ernesto Ferrer o Casa Peñalver, obra del arquitecto Francisco Almenar. En la manzana situada al sur entre los años 1915 y 1923 se construyó el Palacio de Comunicaciones, obra del arquitecto Miguel Ángel Navarro Pérez.
La configuración de un nuevo espacio urbano: La Plaza del Ayuntamiento. De 1927/1933.
Entre los años 1927 y 1933, gracias al impulso del alcalde D. Carlos Sousa Álvarez de Toledo, Marqués de Sotelo (1927-1930), se realizaron las principales actuaciones urbanísticas en la plaza, proyectadas por Javier Goerlich Lleó, arquitecto municipal desde 1924 y mayor de 1931 a 1956. Se trató, sin duda, de una operación urbanística muy agresiva que elimino cualquier vestigio del urbanismo medieval, planteando un nuevo modelo urbano.

El nuevo proyecto contemplaba la construcción de nuevos edificios y una nueva alineación de fachadas siguiendo la línea marcada por el nuevo Ayuntamiento. El plan pasaba por el derribo, en la parte norte, de los edificios de la Plaza Emilio Castelar y de la Bajada de San Francisco («Devallada de Sant Francesch»). En agosto de 1929 comenzó la adquisición de las primeras parcelas e inmediatamente se iniciaron los trabajos de derribo de los edificios de las manzanas situadas en la parte occidental. Sobre el año 1931 comenzó la demolición de los edificios de la parte oriental. Entre los edificios afectados, cuyos restos se conservan debajo de la plaza actual, se encuentra el Palacio del Marqués de la Jura Real, edificio neoclásico construido en 1772 por Vicente Gascó Masot y Mauro Minguet, para Don Francisco Pascual Castillo e Izco de Quincoces, marqués de Jura Real. Frente a la puerta situada en la calle D. Lorenzo Merita Llácer (conde de Rótova), cuya enemistad con el anterior era manifiesta, encargó una escultura de un gigante semidesnudo, conocida con el tiempo como el «Nano del carrer En Llop”, que colocó en dicha calle, dando el culo a la casa del marqués. Subsisten bajo el asfalto los restos de edificios y comercios tan importantes como el Antiguo Ateneo Mercantil, el Gran Café de España, el Café Suizo, etc.
Finalizados los derribos y con gran parte de las obras de los nuevos edificios finalizadas se construyó en el centro de la plaza una plataforma elevada conocida como la Tortada, con un espacio circular subterráneo de unos 4 metros, con un gran óculo en su parte central, donde se instalaría el Mercado de las Flores, con una fuente de agua potable para las floristas. La Tortada se inauguró el 28 de enero de 1933, coincidiendo con el 5º aniversario de la muerte de Vicente Blasco Ibañez, aunque las obras en el exterior y las fuentes sobre la plataforma tardaron algún tiempo en finalizar.
Por el sur la demolición de la antigua estación del Norte en el año 1920 y la desaparición de las calles Culla y Juan Lorenzo, permitieron abrir la actual calle de Periodista Azzati y definir el límite sur de la plaza.
La plaza en época Franquista.
En 1939, tras finalizar la Guerra Civil la plaza de Emilio Castelar pasó a llamarse plaza del Caudillo. La tortada de Javier Goerlich se eliminó en 1961, dejando en su lugar un gran espacio central vacío, utilizado años después para la colocación de las mascletás de fallas. Los puestos de flores volvieron a la superficie
Años después, en 1962, a la altura de la calle Barcas se construyó la gran fuente circular. El 1 de abril de 1964 se colocó la estatua de Francisco Franco, obra del escultor valenciano José Capuz Masmano.
La Plaza del Ayuntamiento. De 1979 a la Actualidad.
La plaza conserva la configuración básica del año 1961, a pesar de los numerosos intentos de reforma y de los concursos convocados a tal efecto. Pasó a denominarse en 1979 plaza del Pais Valenciano. La escultura de Franco fue retirada en 1983 y en 1987 finalmente paso a denominarse como plaza del Ayuntamiento. En el lugar de la estatua de Franco, en el año 1993 se colocó una escultura de Francesc de Vinatea.