Antecedentes

Una de las principales consecuencias de la crisis económica ha sido la concienciación social sobre el desarrollo sostenible y el control de la actividad pública a través de la transparencia y la participación ciudadana, sobre todo en los procesos generados por la actividad urbanística.

La U.E., consciente de éste escenario, ha puesto como objetivo de la actividad urbanística la mejora de los entornos urbanos, sobre la base de:

  1. La limitación de la ocupación de suelo y expansión urbana
  2. La mejora de la calidad urbana mediante actuaciones de regeneración

Así el encargo de revisión de la ordenación pormenorizada, lo entendemos como un proceso de regeneración urbana basado en la mejora de la calidad, que partiendo de los barrios alcanza toda la ciudad.

Así entendido no puede, en el contexto actual, proponerse una solución mediante un plan estático, que únicamente refleje una foto fija de la ciudad en un momento determinado y una proyección de futuro incierta con el ritmo tan cambiante de la sociedad, sino como un proceso dinámico de diagnóstico y propuestas que, sobre la base de la sostenibilidad y la calidad urbana, se ajuste a las demandas de la ciudadanía, con una metodología que permita el seguimiento continuo del estado de la ciudad.

Así, el objeto del documento es establecer esa metodología que nos permita disponer de criterios con los que implantar un nuevo modelo de ciudad que, sobre la base de la calidad urbana, mejore la calidad de vida de los ciudadanos de València.

Nuestro reto es ofrecer, desde el planeamiento urbanístico soluciones sostenibles, que a partir de proyectos de diseño urbano, puedan satisfacer las demandas de los ciudadanos surgidas de los procesos participativos, mediante un urbanismo de proximidad, de distancias cortas y para solucionar los problemas.

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