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Las playas de la ciudad de València han perdido 300.000 metros cúbicos de arena en cinco años y sufren un retroceso de la línea de costa al sur del Puerto

Joan Ribó transmite a la Directora General de la Costa y el Mar que “la ampliación del puerto disminuye la capacidad de regeneración natural de las playas”

• Las playas del sur de la ciudad han retrocedido en los últimos cinco años

21/04/2021

Las playas de la ciudad de València han perdido en los últimos cinco años 300.000 metros cúbicos de arena, según el informe sobre evaluación de cambios del sistema dunar y de las playas del sur de la ciudad elaborado por la Universidad Politécnica por encargo del Ayuntamiento. Así se lo ha trasladado el alcalde, Joan Ribó, a la Directora General de la Costa y el Mar del Ministerio para la Transición Ecológica, Ana María Oñoro, con quien se ha reunido telemáticamente. El alcalde, acompañado del vicealcalde y concejal de Ecología Urbana, Sergi Campillo, y del concejal de Playas, Giuseppe Grezzi, ha asegurado que “el puerto está frenando la posible recuperación natural de la costa de la ciudad”.

 

Joan Ribó ha afirmado que “València tiene dos problemas que están perjudicando de forma muy clara las playas del sur de la ciudad y a la vez están ampliando las playas del norte: un cambio climático muy agresivo y una ampliación del puerto que disminuye la capacidad natural de regeneración de la costa”. El alcalde ha asegurado que “el cambio climático está acelerando las tormentas virulentas sobre la costa y el puerto frena su recuperación”.

 

RADIOGRAFÍA DE LAS PLAYAS DEL SUR

 

 El informe elaborado explica que las playas del sur de la ciudad de València sufren “una gran pérdida de volumen de arena y un potente retroceso de las dunas de primera línea”.

El estudio, que realiza una comparativa del estado de la costa sur de la ciudad entre noviembre de 2015 y octubre de 2020, concluye que “el impacto erosivo de los temporales de los últimos cinco años, especialmente de la tormenta Gloria, es muy marcado, cuantificándose unas pérdidas de arena de más de 300.000 metros cúbicos respecto a la situación en el otoño de 2015”.

El informe municipal se pregunta dónde ha ido a parar “toda la arena que fue arrastrada durante estos temporales” y concluye que “si bien no hay una respuesta definitiva, debemos suponer que ha ido a depositarse en profundidades en que no llega a ser removilizada y, por lo tanto, no se facilita la recuperación del perfil de playa anterior”. En este sentido, el estudio asegura que “los procesos de regeneración natural solo consiguen recuperar de forma muy parcial la morfología previa y, por este motivo, el volumen de arena disponible ha sufrido una disminución y todo el sistema ha dado un paso más hacia una mayor fragilidad”. En concreto, “el volumen devuelto al sistema playa-duna no alcanza el 23% del material perdido en la fase erosiva. Así, en la playa se ha recuperado un 27,8% del volumen de arena perdida entre octubre de 2015 y marzo de 2020 y en el frente dunar se ha devuelto solo el 16% entre octubre de 2015 y marzo de 2020”.

El informe concluye que “resulta evidente que esta secuencia de grandes temporales, y muy especialmente el de enero de 2020, marcan un hito en un proceso de disminución progresiva de la arena disponible en las playas del término municipal”.

Así, todas las playas de la ciudad han sufrido en los últimos cinco años una pérdida de anchura, a excepción de la playa de Pinedo (en la zona entre espigones) y la playa de la Garrofera. La pérdida es especialmente notable en el Muntanyar de Pujol, que ha perdido 5’02 metros de ancho en cinco años, la Gola del Perellonet (-7’21m.) y la playa de la Punta (-7’11 m.)

El texto constata que “el ancho de playa es un parámetro claro para definir su estado de salud y se suele considerar que una anchura inferior a 30 metros podría resultar problemática para cubrir sus funciones esenciales”. Con estos parámetros en la mano, el estudio afirma que “las playas del norte del puerto presentan anchuras mayores a las del sur y, en cambio, en estas últimas hay un predominio de playas estrechas. Por lo tanto, se aprecia como prácticamente todas las playas del sur, hasta un poco más al sur del Casal d’Esplai, están en ese límite la mayor parte del tiempo. Esto evidencia una situación de fragilidad muy importante que debemos tomar en consideración”. El estudio concluye afirmando que “las playas del término municipal presentan globalmente una situación deficitaria respecto a la situación de partida de 2015”.

En este sentido, el vicealcalde y concejal de Ecología Urbana, Sergi Campillo, considera que el informe demuestra que “ya tenemos el mapa definitivo de lo que se ha perdido de arena a causa de los últimos temporales y el efecto barrera del puerto, que afecta a la no estabilidad de las playas y del parque natural de la Albufera”. Según el vicealcalde, “hemos querido mostrar a la directora general la gravedad de la situación porque realmente estamos en una situación al límite y es hora de que el gobierno central se dé cuenta de que podemos tener una afección definitiva de salinidad en la Devesa, en nuestras masas de agua, en los cultivos de primera línea y en la pérdida completa del cordón dunar, donde hemos invertido decenas y decenas de millones de euros y que son un modelo de recuperación natural de dunas en Europa”.

Además, el vicealcalde y concejal de Ecología Urbana insiste en la necesidad “de acelerar al máximo el proyecto de regeneración de las playas del sur, que está presupuestado en 28 millones de euros y que forman parte del parque natural de la Albufera”. En palabras del edil, “es urgente que el gobierno central intervenga”.

 

RENATURALIZACIÓN DEL PASEO MARÍTIMO

 

El alcalde y los concejales también han informado a la directora general del proyecto de renaturalización del paseo marítimo de las playas del Cabanyal y la Malva-rosa. El proyecto, en palabras del concejal de Ecología Urbana, pretende la transformación “de un paseo marítimo de apariencia muy dura y un modelo desfasado por una playa más natural, por la recuperación de un cordón dunar que permita ver el mar desde el paseo, con plantas adaptadas y zona arbórea”. El vicealcalde ha explicado que “el paseo marítimo de las playas urbanas del norte de la ciudad está sin sombra y, en verano, tenemos mucha insolación y mucho calor”. Según Campillo, “es necesario que Costas conozca este proyecto porque es una zona de dominio marítimo-terrestre y, por lo tanto, el Ministerio tiene que dar el visto bueno”. El edil ha afirmado que el proceso de renaturalización de las playas de la Malva-rosa y el Cabanyal “se enmarca en el proceso de renaturalización de toda la ciudad”.

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