València en la memoria - València
València en la memoria

València en la memoria recupera para el espacio público de nuestra ciudad,edificios o monumentos que tuvieron un importante papel (político, cultural, cotidiano) durante la guerra civil, prestando especial atención al año en que València fue capital de la República.
Una serie de elementos nos dan las informaciones más destacadas, ilustradas con imágenes históricas, y ampliables en esta página web, de fácil acceso gracias a códigos QR.
Haciendo 'visibles' de nuevo estos edificios, se recupera para la ciudadanía una parte de nuestro patrimonio durante aquellos años tan importantes como difíciles, complementando así las informaciones ya disponibles para otros períodos de la historia de nuestra ciudad.
- 1. Edificio del Ayuntamiento
- 1B. La Lonja
- 2. Torres de Serranos
- 3. Refugio calle de Dalt
- 4. Palacio del Marqués de Campo (o de los Condes de Berbedel)
- 5. Entorno Palau de la Generalitat
- 6. Palau dels Borja
- 7. San Pío V - Trinidad
- 8. Edificio del Monte de Piedad
- 9. Refugio calle Espasa
- 10. Plaza de Tetuán
- 11. Calle de la Pau
- 12 Estación del Norte
- 13. Colegio de los Jesuitas
- 14. Prisión Modelo
- 15. Hospital de Sangre de Natzaret
- 16. Hospital San Juan de Dios

La Lonja
La Lonja, construida entre finales del siglo XV y principios del XV1 y declarada por la UNESCO en 1996 Patrimonio de la Humanidad, asumió una destacada función cultural y política durante el año (1936-1937) que València fue capital de la Segunda República española.


Por un lado, en la primavera de 1937 este emblemático edificio del gótico valenciano acogió la Exposición del Ninot Antifascista. Desde principios de siglo las Fallas no habían parado de crecer como fiesta mayor de València y, por tradición, también aquel año debían haberse plantado a principios de marzo en las calles y plazas de la ciudad. Ésa era, de hecho, la intención de la mayoría del mundo fallero, pero el contexto bélico acabó desaconsejándolo: no fue sólo por el miedo a los bombardeos rebeldes tras la poco velada amenaza del general golpista Queipo de Llano contra València y sus fiestas más populares (Si ellos ponen las Fallas, yo pondré las tracas), sino que también hay que tener en cuenta que su eminente carácter alegre y festivo podía enviar al frente y a una ciudad de primera línea como Madrid un mensaje equivocado desde una lejana ciudad de retaguardia que, además, era la Capital de la República.

Así pues, el Consejo Municipal prohibió la plantà y las comisiones falleras donaron lo recaudado al esfuerzo de guerra republicano. Sólo se pudieron ver cuatro fallas, expuestas en la planta baja de la Lonja. Financiadas por el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, y bautizadas como El betlem d'enguany (El belén de este año), La balança del món (La balanza del mundo), Coses d'ara (Cosas de ahora) y La Catedral, tenían un marcado acento político, de propaganda bélica antifascista.
Con un estilo caricaturesco cercano al cómic, las cuatro criticaban ácidamente a los sublevados, poniendo el foco en la ayuda que recibían de las potencias fascistas y en su carácter militarista. No obstante, varios ninots mostraban también una voluntad de crítica social, al exponer las carencias provocadas en València por la guerra y denunciar la hipocresía de acaparadores y aprovechados. Los fondos recogidos por la exposición con el precio de la entrada se destinó a los marinos del barco soviético Komsomol, hundido ante las costas de la ciudad mientras transportaba suministros para la República.

Por otro lado, el 1 y 2 de octubre de aquel mismo 1937 la Lonja acogió dos de las cuatro sesiones de Cortes españolas celebradas en València durante la guerra civil. Tras el golpe de Estado de 1936, el parlamento había continuado funcionando en cumplimiento de la más estricta legalidad constitucional, pero pronto sufrió la dureza del contexto bélico: tuvo que abandonar Madrid, las sesiones plenarias redujeron su actividad al mínimo fijado por la Constitución y, además, sólo pudieron contar con la participación de unos 185 diputados y diputadas, el 40% de los 473 de los elegidos en las elecciones; el resto ya fueran del Frente Popular en zona sublevada o bien conservadores del Frente Nacional en zona gubernamental- había tenido que esconderse, exiliarse... o habían sido asesinados.

Las dos primeras sesiones se habían celebrado en el Salón de Plenos del Ayuntamiento, pero en mayo un bombardeo de la aviación rebelde (probablemente, de la Italia fascista) destruyó parcialmente el edificio, lo que obligó a su traslado. Aquel otoño las sesiones plenarias se celebraron en el Salón Columnario de la Lonja, donde un gran telar oscuro con el escudo de la República presidía las dos hileras de columnas salomónicas. A finales de octubre de 1937 el gobierno anunció su traslado a Barcelona y València dejó de ser capital de la República.
Tras el retorno de la democracia a España, la Lonja acogió en 1986 la primera gran exposición sobre la València capital de la República, organizada por el Ayuntamiento para conmemorar el 50º aniversario de la capitalidad de València.